El maestro de ceremonias: “Espirales de Incienso”


La evidencia de la contribución de Cuenca Benet para desarrollar la cultura andaluza en Cuba, es la fundación del Centro Andaluz en La Habana y el desarrollo de una amplia labor cultural y social a través de esta institución. El Centro Andaluz de la Habana fue fundado el 11 de Febrero de 1919 es uno de los más antiguos que aún se mantienen abiertos. Se creó bajo la inspiración de Blas Infante, creador en 1915 del Centro Andaluz de Sevilla, desde el que solicitó la autonomía para Andalucía. La actual sede del Centro Andaluz en la Habana, Prado Nro. 104, e/ Genios y Refugio, Habana Vieja, fue inaugurada en 1922.
El anónimo trabajo de ratón de biblioteca de Cuenca Benet de estilo directo y austero ha derivado con el paso de los años en un estilo mucho más barroco y con el uso de adornos lingüísticos. Su obra “Espirales de Incienso”, publicada en La Habana en 1934 nos describe a través de la palabra hablada en el discurso y luego escrita a manera de artículo periodístico, esta nueva faceta de Francisco Cuenca y nuevos rasgos de su desconocida y compleja personalidad.

Los eventos que organizó en el Centro Andaluz desde 1920 a 1934 se recogen a través de 14 artículos que detallan otras tantas conferencias y presentaciones por él pronunciadas que habían sido reproducidas como colaboraciones suyas en periódicos y revistas, en las que se alternan el homenaje a la persona (Joaquín Turina) o a la entidad superior (Andalucía).

Cuenca no duda en poner en práctica todo el maquiavelismo dialéctico que un orador puede utilizar en el escenario para mejorar y consolidar cada día la imagen de Andalucía en Cuba como influyente lobby forjador de una nueva sociedad latinoamericana y en especial la imagen del Centro Andaluz en La Habana como lugar de paso imprescindibles para todos los andaluces de pró que por cualquier razón viajaban a Cuba.
Portada de Espirales de Incienso. Tomo 1.

Portada de Espirales de Incienso. Tomo 1.

De gran talante negociador, aquellas veladas culturales del Centro Andaluz no eran simples actos lúdicos o de ocio. Detrás de aquella gandilocuencia estaba una muy bien medida puesta en escena, en aras de conseguir esa influencia que buscaba tanto ante las autoridades cubanas, como ante la representación política de España, como es el caso del embajador Francisco Gutierrez de Agüera, embajador de España originario de la provincia de Cádiz, a quien no duda en homenajear y descubrir un busto que presidirá el Centro Andaluz durante años.
Fachada del Centro Andaluz en La Habana.

Fachada del Centro Andaluz en La Habana.

Las primeras conferencias o discursos reproducidas en su libro se las dedica a los médicos andaluces Antonio Covas Guerrero y Enrique Castell Baldó. Ambas conferencias son pronunciadas en sendos homenajes organizados en el Hotel Pasaje de La Habana donde se había formado una importante tertulia de café en la década de los años 20, en la que participa activamente Cuenca Benet. Un tercer discurso lo dedica al también andaluz Vicente Gómez Paratcha.

La cuarta conferencia se la dedica a “Andalucía” en un banquete ofrecido por el Centro Andaluz al embajador de España en La Habana, el sanluqueño Francisco Gutierrez de Agüera en 1926. Cuenca Benet da a conocer los logros de la Sociedad de Beneficencia Andaluza” en La Habana a la que califica de “modesta en su actuación, humilde en su origen, grande en sus propósitos, tierna en sus actos, generosa en su conducta y humanitaria en su proceder”. Cuenca dedica al embajador español el discurso, con el orgullo de que el primer embajador que nuestro país tiene en la nueva nación cubana es un andaluz.

En mayo de 1927 Cuenca participa activamente en el descubrimiento de un busto de Gutierrez de Agüera, embajador de España, esculpido por el artista Jesús Lozano y Ponce de León.

El siguiente homenaje que tendrá siempre al Centro Andaluz como escenario es para el economista andaluz nacido en Sevilla Francisco Bernis Carrasco, homenajeado en 1928.

En noviembre de ese mismo año pronuncia en el mismo lugar una conferencia para celebrar el primer aniversario del Comité de Damas del Centro Andaluz, anunciando la creación del “Ropero del Pobre”, singular departamento que organizaba recogidas de ropa para los más necesitados.

Dos meses más tarde, en enero de 1929 pronuncia una conferencia para conmemorar las obras de reforma llevadas a cabo en el Centro Andaluz, como una manera de sumarse a la conmemoración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla. El Centro Andaluz se describe como un patio sevillano con muebles estilo renacimiento.

A mediados de abril de ese mismo año Cuenca comparece con una nueva conferencia como homenaje al músico sevillano Joaquín Turina, de gira por América.

El 25 de noviembre de ese mismo año Cuenca es invitado a pronunciar el discurso de inauguración del Teatro Catalán de La Habana, por la Sociedad Gran Foment Catalá. Cuenca Benet recuerda sus años de juventud en Barcelona y muy identificado con la cultura catalana recuerda a un sin fin de artistas de esa región, capitaneados por la entonces famosa actriz Margarita Xirgu.

El 14 de julio de 1931, justo a los tres meses de haberse proclamado la República en España, Cuenca regresa con una nueva conferencia al Centro Andaluz para pronunciar un discurso homenaje a la República y al político y escritor cordobés del municipio de La Rambla, Alejandro Lerroux.

Francisco Cuenca se refiere al carácter del político andaluz “siempre en la vanguardia de las ideas y movimientos hacia la democracia”. Tras recordar entre otros al presidente de la 1ª República, el almeriense de Alhama, Nicolás Salmerón, destaca el importante papel de los andaluces en el nuevo gobierno democrático de España citando nombres como Niceto Alcalá Zamora (Córdoba) a Fernando de Los Ríos (Ronda), Diego Martínez Barrios (Sevilla) y al propio Lerroux.

El penúltimo discurso que recoge “Espirales de Incienso” fue pronunciado por Cuenca Benet el 20 de octubre de 1931 en el banquete que el Centro Andaluz dedicó a José Marcial Dorado. Marcial Dorado fue presidente del Centro Andaluz, puesto que abandona tras ser llamado a España por Diego Martínez Barrios para ser designado candidato a diputado a Cortes por el Partido de la Izquierda. Con estos dos discursos Cuenca Benet descubre la faceta del escritor comprometido con las ideas de vanguardia, manera de ser compatible con la defensa de la tradición artística andaluza que como él señala, está muy alejada del fenómeno de pandereta.

El último artículo-conferencia que reproduce, data del 21 de julio de 1934, en ocasión del homenaje al orador y pedagogo Francisco Almodóvar.

Tenemos noticias de la publicación en Cuba de un segundo volumen de “Espirales de Incienso”, publicado en 1942 en La Habana.


Volver

Ver PDF