Sociedad Cooperativa Azucarera de Adra




La Azucarera de Adra: De cooperativa a sociedad anónima a lo largo de 63 años de existencia.

La Sociedad Cooperativa Azucarera de Adra, convertida más tarde en sociedad anónima bajo la denominación de Azucarera de Adra S.A., fue la gran novedad del sector durante buena parte del siglo XX. Esta industria fue creada por una sociedad surgida de los intereses de los propios labradores abderitanos y grandes propietarios de la vega ante el intento de control de los precios de compra de la caña por parte de las industrias propiedad del Trust del Azúcar. A ello se unía la decisión de esta gran corporación llamada Sociedad General Azucarera de España, de cerrar la fábrica de San Nicolás, adquirida a Larios y de dejar a Adra sin industria.

Esta alianza de intereses logró hacer frente a la demanda de manipulación de sus excedentes de caña de azúcar con una nueva fábrica, ubicada en el pago del Campillo al borde de la carretera nacional 340 Adra-Almería.

Esta circunstancia permitió a los labradores no tener que depender de las grandes azucareras de Motril, Almuñécar o Málaga, que monopolizaban la producción azucarera. Tal situación impuso la creación de una sociedad cooperativa azucarera por los labradores de la vega de Adra que de esa manera superaban los inconvenientes de la situación de monopolio. La nueva industria utilizaría tanto la caña como la remolacha azucarera.

La escritura de constitución se firma el 30 de abril de 1909. La Sociedad Cooperativa Azucarera de Adra, se constituyó el 16 de Mayo de 1909 en Madrid ante el Notario D. Fernando López Obregón como cooperativa de labradores, bajo la denominación de Sociedad Cooperativa Mercantil Azucarera de Adra, con capital inicial de un millón de pesetas, suscrito en acciones de cien pesetas.

La escritura se firma en Madrid, fundándose con carácter de cooperativa, por escritura otorgada en Adra, que autorizó el notario Vicente López Larrubia. La empresa se llamó inicialmente “Nuestra Señora del Mar”. El domicilio social se fija en la Plaza de Canalejas nº 3 de Madrid.

La construcción de la futura fábrica se acelera. El 22 de agosto de ese año se pone la primera piedra. Con tal motivo se reúnen junto al solar en construcción las autoridades, el consejo de administración de la fábrica y un gran gentío con un acto amenizado por banda de música. Arrojó la primera palada de tierra para su construcción la marquesa de Caicedo, Adriana Mesía de la Cerda Valera. Los marqueses de Caicedo siempre contaron con ingenios de azúcar en la vega de Adra, por lo que el negocio no les era ajeno. Adriana tenía mucho interés por el desarrollo agrícola de la vega abderitana, dominada en ese momento por el cultivo de caña de azúcar e implica de forma activa a su marido, el empresario Luis Leboucher y Gravot, que figura al frente del Consejo de Administración de la nueva empresa.
Detalle de una acción de la Sociedad Cooperativa de la Azucarera de Adra, fechada en 1922 y valorada en 100 pesetas.

Detalle de una acción de la Sociedad Cooperativa de la Azucarera de Adra, fechada en 1922 y valorada en 100 pesetas.

Su construcción fue rápida. La fábrica funcionó a partir de marzo de 1910, aunque su presentación en sociedad se produjo el 20 de abril como uno de los principales acontecimientos de un siglo que acababa de arrancar. Ese año fue el primero de producción de azúcar de caña. Su primer director fue José Montes Garzón, al que sustituyó Federico de La Morena, procedente de Cuba, que había trabajado en ingenios de caña similares en la isla caribeña.


Volver

Ver PDF