Galería de Músicos Andaluces

El cuarto título de la Biblioteca de Divulgación de Cultura Andaluza, “Galería de Músicos Andaluces” termina de imprimirse el 31 de enero de 1927 en la editorial “Cultura S.A.” de la calle Pí y Margall del nº 135 de La Habana. Este libro fue traducido al alemán por una casa editora de Leizpig.

Al igual que “Museo de Pintores…” está prologado por Francisco Villaespesa, que ensalza la fecunda labor creadora de la música andaluza y señala en uno de sus fragmentos: “leed el libro. Porque si a los volúmenes de Autores por él publicados hemos asistido al desfile interminable y fecundo de los literatos y poetas y en el de Pintores y Escultores nos asombró el desbordamiento de tanto artista de la paleta y el cincel, en éste de Músicos ha de maravillarnos el relampagueo fascinante de los que llevaron al pentagrama los tesoros rítmicos y vibraciones melódicas de la tierra andaluza”.

En sus 336 páginas, Cuenca Benet reúne 359 biografías de compositores, pianistas, violinistas, guitarristas, violonchelistas, directores de orquesta, pedagogos, críticos musicales, músicos de iglesia y militares. A estas biografías acompañan unos 122 grabados muchos de ellos imágenes de los músicos recopilados.
Portada de Galería de Músicos Andaluces.

Portada de Galería de Músicos Andaluces.

Artistas andaluces de la talla de José Padilla (Almería). Andrés Segovia (Jaén), Manuel de Falla (Cádiz) o Joaquín Turina (Sevilla) aparecen fielmente documentados. Esta obra resulta a juicio de los críticos musicales imprescindible para conocer las primeras biografías de muchos de ellos realizadas antes de que sus carreras profesionales acabasen y alcanzaran la fama y el éxito.

Galería de Músicos Andaluces es un diccionario, una obra en la que los distintos protagonistas aparecen por orden alfabético. Este diccionario musical biográfico no solo recoge y expone datos objetivos. En algunos casos Cuenca Benet emite juicios de valor que el tiempo confirmará como globalmente bastante acertados.

Como ya hiciera con la anterior obra, Francisco Cuenca dedica esta nueva obra divulgadora “al Centro Andaluz de Montevideo, mantenedor en el Uruguay de los prestigios culturales en Andalucía”.
Dedicatoria de Cuenca al Círculo Andaluz de Montevideo.

Dedicatoria de Cuenca al Círculo Andaluz de Montevideo.

Cuenca hace una introducción de este libro en la que afirma haber empleado cuatro años en hacer el acopio de datos para escribirlo. Desde hacía 50 años no se había escrito en España una obra de estas características de bio-bibliografía musical.

El autor señala haber recabado muchos datos gracias a la información privada y a la lectura de periódicos y revistas y se jacta nuevamente en demostrar que en este género de actividad artística son los andaluces los que mayor contingente de valores ha aportado al acervo cultural español.

Cuenca agradece la contribución de personas como Antonio Arévalo, presidente del Real Centro Filarmónico, Eduardo Lucena (Córdoba), el abogado malagueño José Hermoso Ruiz, el musicólogo Luis de Rojas (Sevilla), José María Galvez, director de la Real Academia Filarmónica “Santa Cecilia”, con sede en Cádiz y al hermano del autor, Enrique Cuenca Benet, quien aporta valiosa información desde su residencia en Madrid.

Se refiere el autor a su propia labor a la hora de escribir un libro de estas características y aclara: “Mi labor, como te he dicho en los volúmenes anteriores no es de análisis. Se concreta a exponer lisa y llanamente, la personalidad y la producción de los que dedicados a la música, han colocado a Andalucía en la cumbre de esta bella manifestación de la cultura humana. Sé que cuando leas el libro has de sentir una intensa sensación de asombro. Tu no esperabas, seguramente, encontrarte con una actividad tan portentosa en los planos superiores de la producción artística. Pero así son los andaluces y lo digo con legítimo orgullo de español nacido ene esa tierra”.

Sobre la cultura musical andaluza Cuenca señala que “los extenuantes desmayos, las legendarias perezas, las atonías mentales, las displicencias atávicas, toda esa forma extravagante de matices absurdos que el error y los prejuicios trazaron alrededor de Andalucía, se han convertido por arte de encantamiento en trabajo, voluntad, inteligencia y acción”.

Francisco Cuenca dedica dos biografías de su libro a comentar la trayectoria profesional del pianista y organista abderitano Leopoldo Segado Aquino discípulo del célebre Oscar Camps, y del músico y compositor Angel Ortiz de Villajos padre de la canción andaluza e introductor del Charleston en España.

Por esos años Cuenca Benet combina su actividad como escritor con su trabajo en El Noticiero de La Habana.


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