Teatro Andaluz Contemporáneo

El quinto volumen de la biblioteca de divulgación de la Cultura Andaluza aparece en La Habana el 26 de mayo de 1937, dedicado al “Teatro Andaluz Contemporáneo”. Este primer tomo recoge los autores teatrales y sus obras a través de 538 páginas, con datos de 610 autores y 226 grabados.

Portadas exterior e interior del libro Teatro Andaluz Contemporáneo.

Su amigo Villaespesa ha fallecido en Madrid un año antes y Cuenca no incluye en el libro prólogo de autor alguno, tal vez por consideración al poeta fallecido. El libro cambia de editorial y aparece editado por Maza, Caso y Cía, Compostela y Obra Pía.

Cuenca Benet presenta esta obra al Concurso Bibliográfico convocado por la Biblioteca Nacional de España. El jurado, presidido Miguel Artigas Ferrando, director de la Biblioteca Nacional le responde en una carta que su libro ha merecido el comentario del jurado calificador:”La obra del señor Cuenca, revela gran laboriosidad, cariño por el tema y buena copia de datos, característicos, en muchas de sus partes, de un positivo mérito”.

Mención especial del jurado del concurso bibliográfico de la Biblioteca Nacional sobre la obra de Cuenca.

El prólogo de este libro que el autor dedica como siempre dirigiéndose al lector en segunda persona señala la enorme dificultad de realizar la labor de recopilación de más de 600 comediógrafos y más de 7.000 títulos de obras teatrales, “empresa bastante ardua sobre todo cuando esa labor se realiza a la distancia de España y en las precarias condiciones de documentación que yo la efectúo”. Sin duda la influencia de la Guerra Civil Española, que cumplía casi un año desde su estallido, supone un nuevo problema de documentación fiable. Cuenca no duda en calificar este libro como “el que mayor suma de esfuerzo, investigación y de paciencia me ha costado…”. Cuenca recopila autores y obras de sainete, melodrama, tragedia, alta comedia y entremés señalando que “no existe género alguno en la dramática española que los andaluces no hayan cultivado. El teatro andaluz es el primero por su riqueza y variedad…”. Cuenca destierra la visión del teatro de guitarra y pandereta como el único genuino andaluz y sitúa a Andalucía a la cabeza de la producción teatral por el número de obras producidas. Cuenca da a conocer un estudio de la Biblioteca Nacional de España que cifra en 29.626 títulos el conjunto de obras teatrales españolas hasta ese momento. Cuenca presenta en su libro más de 7.000 obras escritas por andaluces, sólo en el siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX.

Pedro Antonio de Alarcón, Rafael Alberti, Federico García Lorca, los Hermanos Alvarez Quintero, Bécquer, los almerienses Francisco Villaespesa y J. M Alvarez de Sotomayor componen esa larga lista de nombres, entre los que figura de pasada el propio Cuenca Benet con sus revistas líricas “El Vuelo de Franco” y “El Planeta Marte”, estrenadas en el Teatro de La Habana en 1926 en colaboración con el comediógrafo cubano Arquímedes Pous.

Comentario de Cuenca sobre el poeta y autor teatral Enrique Sierra Valenzuela.

Cuenca dedica una de las biografías a la obra teatral del abderitano Enrique Sierra Valenzuela, destacando sus obras teatrales “El Lazo Roto” y el drama histórico alpujarreño “Aben Abó”. Califica Cuenca a Sierra Valenzuela como “Notable poeta, literato y periodista… La lira de Sierra recorrió todos los tonos y géneros, desde el burlón y sarcástico, hasta el elevado, majestuoso y severo”. Adjunta una foto de Sierra e incluye el soneto que lleva por título “Contraste”.

El Segundo Tomo de “Teatro Andaluz Contemporáneo”, aparecido en La Habana el 18 de diciembre de 1940 es la última obra del autor de la que se tiene referencia. Editado como el anterior volumen por Maza, Caso y Cía detalla a lo largo de sus 412 páginas a 533 artistas Líricos y Dramáticos, acompañado por 206 grabados.

Portada del libro Teatro Andaluz Contemporáneo y dedicatoria de la obra a su hija Margarita Cuenca.

Al igual que en el anterior volumen, Cuenca prologa su libro sin más colaboración externa, dedicándoselo a su hija Margarita a la que llama “artista por intuición y sentimiento, primorosa flor de mi jardín espiritual”.

En su prólogo al lector, sigue con la costumbre de dirigirse a éste en segunda persona, Cuenca hace un balance de lo que ha sido hasta ahora la Biblioteca de Divulgación de la Cultura Andaluza Contemporánea, a manera de repaso a su obra y de despedida (fallece tres años más tarde) e incluye una foto suya, como en el primer tomo.

Dedica parte de este prólogo de autor a su paisano Pedro Gutiérrez Sánchez, “facilitándome en su magnífico taller de fotograbados de La Habana la confección de todos los clichés de la obra… ha permitido que pueda honrar estas páginas con las fotografías de dichos artistas, rindiendo homenaje a quienes nos dan con su talento y aptitudes un motivo más para enorgullecernos de ser como ellos, andaluces”.

En otro pasaje señala que Andalucía es la tierra del arte por excelencia y cree que la naturaleza y el ambiente andaluz hace que los nacidos en esta tierra tengan un don especial para crear: ” … la naturaleza se ha complacido en acumular elementos de belleza creadores de arte. Y al influjo de estas características, saturados sus hijos de ese ambiente de poesía y espiritualidad, despierta su inteligencia y aviva su imaginación…”.

Cuenca está convencido de que el andaluz siente el arte como cosa consustancial e innata en cualquier manifestación de la vida cotidiana. Convencido de que la génesis del intérprete teatral andaluz ha salido del pueblo “inmensa mayoría de esos grandes artistas que compensaron la oscuridad de su linaje con la claridad de su inteligencia”.

Para Cuenca Benet el artista escénico lleva a escena lo aprendido y transmitido de generación en generación: “del pueblo tomaron para trasladarlo a la escena, el gesto trágico y la expresión genial… el sentimiento de amor y el dolor y a escena llevaron toda esa compleja psicología popular que, estilizada y depurada sirvió a comediógrafos y dramaturgos como base y argumento de sus más sublimes concepciones”.

La relación de más de 400 artistas aparece integrada por actores y actrices de teatro, drama, comedia, ópera, zarzuela, baile, canción, cante flamenco, artistas de cine, tonadilleras…

Francisco Cuenca publica la relación alfabética de los artistas, como de sus apodos artísticos. Así, aparecen “los Chavalillos Sevillanos” como nombre artístico de los ahora clásicos Rosario Pérez y Antonio Ruiz “el bailarín”. Nombres como “La Niña de Los Peines” (Pastora Pavón), “Pastora Imperio” (Pastora Rojas),”La Yanke” (Consuelo Reyes), o “La Camelia” (Ana Delgado Briones), malagueña casada con el Rajá de Kapurthala. Cuenca Benet es tal vez el primer comentarista de la carrera artística de una jovencísima “Dolores Flores” (Lola Flores). Comenta de la jerezana en 1940: “Joven y bella artista incorporada al cinema haciendo su debut en la película “Martingala”, revelándose como una magnífica actriz”. Algunas de estas biografías las hace reproduciendo las entrevistas directas con estos personajes, publicadas por él en revistas y periódicos. Tras este libro, la última obra de la Biblioteca de Divulgación Andaluza, obra póstuma sin publicar, terminada en 1943, el mismo año de su muerte se titula “Ciencia Andaluza”.

Portada interior de Artistas Líricos y Dramáticos. 1940.